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Abres la boca y miras dentro
con la firme voluntad
de entender algo.
Debe de estar allí
escondido
el sordo repicar de tanta angustia
un reloj una máquina de ritmo
impertinente
que te ata
con esta extraña fuerza
a la cordura.
.
Desde hace algún tiempo
visitas con frecuencia
la mentira y su oscura
catedral.
Y sería faltar a la verdad decir
que no te has familiarizado
poco a poco
casi sin saberlo
con esa falta de exigencia
hacia ti misma
con ese rumor constante
que brota fieramente
de la grieta
que ahora llevas en la cara.
.
Te has dejado ir
como quien baila con delicadeza
una música indescifrable
y de pronto advierte
que se encuentra
en la otra punta de la sala.
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Ahora
con el cuerpo aborrecido
con la piel
transida de inminencia
contemplas con pavor
y en ángulo perfecto
de setenta y cinco grados
esa última fisura
que queda por colmar.
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La culpa es una forma de avaricia
un modo agotador de atesorar virtud.
Ya no sé qué es máscara
y qué es rostro.
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foto: bárbarabutragueño2012
Impresionante. Tratas una de mis obsesiones, o tal vez mi única obsesión con valor moral. “La culpa es una forma de avaricia / un modo agotador de atesorar virtud” es un verso, y una tesis, feroz. Perfecta.
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: Mr. S, sus cumplidos son muy valorados por aquí.
: Gracias Berta* también es una de mis mayores obsesiones. Un abrazo panorámico.
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Excelente poema. Aire fresco. Afinando el estilo.
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Es todo circunstancia. En otro lugar y con otra gente desarrollarías otra personalidad. Ánimo.
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Es evidente que la voz poética coincide con la segunda persona del poema, valoro la forma de conseguir este efecto en las palabras “esta extraña fuerza”. Lo esperable era “esa extraña fuerza” al referirse a ése tú, en cambio, ahora cobra más significado esa unificación de voz, testigo y receptor. Yo, que cuento y que te hablo a “ti”, hablo en realidad conmigo por la proximidad que le reconozco a la fuerza que me ata a la cordura.
El resto nos devuelve imágenes conocidas: el baile, la grieta, el ángulo perfecto (creo recordar un poema que decía algo así como “veo en vertical”), aunque probablemente con una menor opacidad.
No termina de encajarme el verbo “colmar”. Colmar es hacer que algo exceda de su capacidad y esto, en sí mismo, carece del significado que me pide un verbo en ese verso. Demasiado neutral.
Coincido con otro lector con que lo mejor del poema son los versos: “La culpa es una forma de avaricia
un modo agotador de atesorar virtud”, también recuerda a (no sé si cito bien): “la forma más perfecta del amor es el regreso”.
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Grata sorpresa leerte de nuevo
Gio.
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La fragilidad
a menudo derrumba
fuertes hábitos.
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ENHORABUENA¡¡¡ ME ENCANTÓ…te animo a prestarnos otros de tus poemas… gracias por compartirte
te animo a ti y a tus lectores a seguirme en mi blog…a la derecha con cuenta de gmail
http://www.bosquemarlunado.blogspot.com
besosenversados
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